Revolviendo.-

Ven,
méteme la mano en el cerebro
y revuelve
hasta sacarme de ahí.

No será fácil encontrarme
entre ideas, dudas, miedos,
sueños, bucles, chaladuras,
amores viejos, suturas,
proyectos, canciones,
momentos, errores
y ansiedades futuras.

Pero estoy.

Si consigues encontrarme
enlázame con hilo fino
-si siento cuerdas no me dejaré-
y cuando (creas que) me tengas,
sácame de mis pensamientos y
méteme en los tuyos.
(Tengo la absurda y asfixiante convicción
de que estaré como en casa.)

Una vez entre tus surcos
nadaré en sus aguas turbias
un tiempo
hasta que me canse,
consigas desterrarme
o hasta que otros hilos me muevan.

He venido a revolverlo todo. 

Ve,
métete la mano en el cerebro
y revuelve
hasta sacarte de ahí.


- Alizia.-