lunes, 26 de noviembre de 2012

lazos


Lazos, que no nudos. 




Una vez me retaron a buscar la diferencia entre unir y atar.

Y la encontré.

Los lazos unen sin dañar, sin marcar, sin modificar la forma propia de aquello que enlazan, mientras que los nudos duelen, oprimen, atan, impiden y limitan.

Que tu lazo se suelte cuando quiera.
Que mi lazo te suelte cuando quiera.
Que tu lazo me suelte cuando quiera. 
Que mi lazo se suelte cuando quiera.
 
Que nuestro lazo nos una mientras quiera.  

Te quiero.



- AliZiA.-


lunes, 12 de noviembre de 2012

oniria e insomnia

Llevan tiempo esperándose.

 

Oniria siempre estaba soñando. Soñaba desde pequeña con un mundo mejor, con cambiar dolor por alegría, con mejorar la situación propia y ajena, a base de esfuerzo y sonrisas. Tras variopintos sueños y alguna que otra pesadilla, ella soñaba y soñaba. Algo en su interior permanecía latente, siempre dormido, pero vivo.

Al mismo tiempo, algunos kilómetros más al norte, Insomnia no dormía, en una búsqueda constante del sentido a la realidad, en un continuo bucle por criticar todo cuanto existe, por comprender, por luchar despierta contra la injusticia. Sin descanso, siempre con los ojos bien abiertos. Ella también había soñado antes, pero llevaba tiempo preferiendo la vigilia para que nadie pudiera volver a interrumpir sus sueños con un susto.
 

Una tarde de otoño, Oniria se decidió a caminar por el cable que había desde su pueblo hasta la ciudad, sin prisa pero sin pausa, despacio pero sin miedo, como tantas veces había visto hacer a lxs equilibristas en su lugar favorito, el circo.  

Por diferentes circunstancias que podrían atribuirse al destino, al karma o a la casualidad, ese mismo día Insomnia abandonó sus ojeras e inició despierta el camino que, sin saberlo, le llevaría de vuelta al mundo de los sueños.

Y fue un reencuentro inesperado en noche azul.   

Sí, re-encuentro. Porque apenas bastaron varias vueltas completas al reloj para que supieran sin hablar que su conexión excedía los límites de la "normalidad", y que quizás en otra vida, fueron un mismo ser. 

- "Atrévete a acompañarme, vamos a andar por los cables". - se dijeron. Y entonces se dieron la mano prometiéndose (cada una a sí misma) que no se dejarían caer. No esta vez.


Así que después de unir su dualidad, Oniria e Insomnia comparten realidad y sueño. Tiempo y espacio. Aquí y Ahora. Comparten presente, presente continuo. 

Y lo hacen sabiendo que en su nuevo cable no existe el miedo a caer, porque tampoco existen arneses que amarren. Sólo existe el horizonte azul... y una poderosa luz, que ineclipsable las acompaña.

Libertad, creo que se llama. 





domingo, 11 de noviembre de 2012

Noviembre

-Así que quieres cambiar el mundo... 

-Pues sí, me encantaría cambiar este puto mundo.  

Y creo que todavía se puede.