jueves, 29 de enero de 2015

Jueves.




Despertar en el ronroneo de la paz,
entre sudores ansiosos y calor agobiante,
detrás quedan las vueltas
que de un lado a otro di esta noche,
por fuera
y por dentro.

Me acaricia una suavidad 
(me resulta familiar)
luego me abandona
y mientras se marcha, deja su halo.

Vuelvo en mí.
Me despierto.
Hoy cuidados intensivos. A él. A mí.
Hoy me reencuentro con mi reflejo
y no lo rehúyo, lo enfrento.

En mi rostro sigo viendo los ojos de aquella foto
en la que con sólo tres añitos se me asomaba el alma.
Ese brillo inerte del vacío que me acompaña
que me sigue, que me mata, pero que también me es inherente.

Esos ojos, ahora ciegos, 
sólo colmados por pequeñas pupilas amarillas
con legañas e infecciones 
pero con amor silencioso 
que a todas horas me acompaña.
Gracias a tus ojitos mi vida no termina,
gracias a tu calidez tengo ganas de ser.

Cómo algo tan pequeño puede llenar tanto
aún no lo concibo. 
En cambio cuanto más hueco dentro,
más pesa el vacío.

Lleno mis recovecos con música.
Canto, bailo, sueño por un momento
al compás de ese fa menor. 
Con la caja de pinturas
redecoro mis paredes
(las de fuera, pues las de dentro
ya perdieron su color).

Invado el lento fluir de las horas
con lo banal
para no perder mi última línea de realidad.
La cabeza me avisa
de que la olla reventará
-la presión concentrada no es traidora.-

Salgo a la calle para sumergirme entre la masa
no sea que de tanto pensar sola
deje de existir y no me entere.

Mis pasos torpes me piden que afloje,

los mareos vuelven, la debilidad,
me siento flotar entre el ruido de coches
las piernas me fallan,
vuelvo a sentir miedo.

Espero el minutero insaciable hasta que pasa.
Reanudo la marcha,
me pongo la cara de no pasa nada.
Sigo. Sigo. Sigo. Vuelvo.

Y aquí me reencuentro
dando rienda a mis manos
que no tienen nada mejor que tocar esta tarde

que este sucio teclado.

En las palabras me pierdo,

en las que leo,
en las que pienso,
y ahora también en las que escribo.

Quizá algún día, si me muero
pueda un sol desconocido

encontrar en estos textos
todo lo que yo he perdido.



- Alizia.-














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